viernes, 17 de agosto de 2007

La maldición imperdonable

Para escribir el final de Harry Potter J.K Rowling debió pedir asesoría a Rosy Ocampo, El Güero Castro o mínimo a Juan Osorio...
Tanto trabajo, tantos años de adversidad y tanto tiempo dedicado a crear una historia de fantasía que parecía llegar a la inmortalidad dentro de ese género, fueron despedazados por un impulso poco más que melo-romántico de la autora.
La superó su amor por el personaje y su visión de un mundo feliz que va más allá de lo que la narrativa debe permitir. Hasta los productores de telenovelas saben que un besuqueo frente al altar y un 'vivieron felices para siempre' es el cierre más adecuado para una historia de amor, y no un "Angélica Vale y Jaime Camil, 20 años después".
Es verdad que como lectores o espectadores siempre queremos más, pero la verdadera magia de la narrativa ¡todo el mundo lo sabe menos J.K. Rowling! es terminar ofreciendo las respuestas y dejándole al lector las armas para crear su propia historia y para sacar sus propias conclusiones.
Rowling quiso que todos los lectores de Harry Potter supiéramos cómo termina la historia en su propia cabeza, y no sólo cómo termina en el sentido literario, el único al que debió darle importancia.
El libro es bueno, en términos generales. Las muertes que tanto escandalizaron no fueron más que un truco publicitario, que al final ni siquiera conmueve. Los misterios fueron resueltos, aunque me parece que quedan algunos cabos sueltos. El final, hasta donde termina el último capítulo, puede ser el adecuado. Un niño, estoy segura, va a disfrutar el mensaje: el bien le gana al mal, que es el propósito principal en este tipo de historias.
Es como muchas otras novelas de corte fantástico. La trama funciona porque es predecible pero a la vez hay misterios, mitología, humor y sorpresas al final de cada libro. El empeño que le prestó la autora a los detalles sobre un mundo mágico es digno de reconocimiento. Es una novela sin ambiciones psicológicas y sin pretensiones lingüísticas, lo que la convierte en una muy buena historia para niños y adultos que sólo buscan diversión, con el agregado de conocer ciertos pasajes históricos o mitológicos de la fantasía.
Y como a mí nadie me lo advirtió, intentaré salvar a algún inocente que esté leyendo el último libro o lo vaya a hacer. Bien dicen que nadie escarmienta en cabeza ajena y estoy segura que va a poder más la curiosidad, pero por favor: ¡NO LEAN EL EPÍLOGO!, la última maldición imperdonable de Rowling. Si lo hacen, como yo, se llevarán una gran decepción.
(Para los que me criticaron por leer Harry Potter éste es el momento de decir: "¡Te lo dije!")

4 comentarios:

Hunab ku dijo...

Te lo dije

Jajajajajajaja

Se me hace que volvemos a escribir ese epilogo con todo y una recordada de ..... a la Rowling que no?
Jorge Rodríguez

El Zanto dijo...

demasiadas palabras para una saga tan ñoña, felicidades por tu necedad y leertela completa... con que te sigues? el señor de los ñoños?... ¬¬

laurita dijo...

El señor de los ñoños lo tengo prestado, jeje, así que seguiré con El Búfalo de la Noche, ya les contaré para que me hagan pedazos.
Jorge, ya hay versiones piratas de Harry en China, hay como otros ocho libros más, qué tal estarán?

Anónimo dijo...

pues parece que alguien ha tenido mucho tiempo libre últimamente... =P
pues yo te felicito por dedicarte a leer y por leer harry potter y por poder decir lo que nod dices (incluso tus futuros "te lo dije").
claro, que también podrías asistir esta semana a cierto taller DE LECTURA DE poesía (no de creación, no temas), aunque sea sólo para saludar a los amigos.
te dejo un 'salud!' que espero pronto repitamos en vivo.
con el cariño de siempre

miquel g.