martes, 15 de mayo de 2007

Arriba los malos profes!

Hay maestro que nos marcan la vida, que con su ejemplo nos ayudan a ser mejores y sus consejos son, más que los de un amigo, los de un guía espiritual que vela por nuestro bienestar a pesar de sus propios sueños. A todos esos excelentes maestros no les dedico estas líneas, pues ya estudiantes, ex alumnos, periodistas, comerciantes y hasta el gobierno los reconocerán hoy en su día y dirán de ellos las maravillas que han logrado con su noble labor.
Hoy aquí voy a recordar a todos aquellos maestros que me dieron otra lección de vida: lo que no se debe hacer ni como profesor ni como ser humano. Estos maestros colocaron piedras gigantes en mi camino, me impusieron desafíos extremos de tolerancia y hasta lograron que con el paso del tiempo aprendiera a dominar mis deseos de venganza. Me hicieron todo un Lama del sufrimiento escolar.

El flojo
De esos tuve muchos. Llegaban al salón -cuando iban- crudos o hasta con aliento alcohólico. Se sentaban en el escritorio y lo menos que deseaban era voltear a ver a sus alumnos. Con algo de molestia te pedían que sacaras el libro y que hicieras un resumen de veinte cuartillas de los primeros cinco capítulos. Tuve una maestra que hasta se ponía a pintarse las uñas de los pies en clase mientras todos seguíamos enfrascados y fracasados con nuestro resumen.

El mañoso
De esos que se les quedan viendo a las alumnas como si quisieran cumplir la mayoría de sus fantasías sexuales. Las saludan de beso y les dan hasta "nalgaditas" en el buen sentido para demostrarles su apoyo. Les miran las piernas durante las clases y hasta les hacen proposiciones indecorosas a cambio de pasarlas en el examen. Los mañosos inofensivos no pasan de incomodarte durante el semestre, pero hay casos de mañosos psicópatas que han llegado a engañar, acosar, violar o hasta iniciar a jóvenes en la pornografía.

La harpía
Es la maestra desgraciada que todos alguna vez tuvimos. Si es soltera o divorciada la cosa empeora. Es estricta en una forma que raya en la injusticia. Impone castigos innecesarios y pone en ridículo a los alumnos débiles frente a los demás. No tiene corazón ni alma ni nada que se le parezca y aún así uno debe aprender a soportarla.

El frustrado
Sus sueños de escritor famoso o arquitecto reconocido terminaron en un salón de clases. Sin vocación de maestro, éste es el típico profesor frustrado que llega a un escritorio queriendo ver caer a los demás junto con él. No confía en los alumnos ni en sus habilidades y mucho menos los alienta a buscar un futuro prometedor. Por lo general se ensaña con el joven talento de la clase y hasta busca reprobarlo pues en él descarga toda su frustración.

El barco
Carece de completa autoridad frente al grupo. Su materia es en extremo aburrida y le importa poco si enseña bien o no. Al final es sabido que todos pasarán con él y hasta con buenas calificaciones.

El ignorante
Este profesor llegó al aula por bendito milagro. No tiene ninguna habilidad o conocimiento y por lo tanto, hasta se llega a desconfiar de la veracidad de sus enseñanzas. Si sabes un poco de la materia te quedas con cara de ¿cómo... yo pensaba qué....? Y es difícil que te saque de la duda. En realidad resulta inútil su presencia, más cuando imparte alguna materia práctica o que implique algo de tecnología.

El famoso
Te morías por que te impartiera la materia por ser alguien reconocido, pero a la hora de estar en clase con él descubres que no eres su prioridad. Estos profesores, famosos en su campo, son nefastos cuando no tienen ni tiempo ni ganas de ser maestros, y no sabes ni por qué aceptaron el trabajo. Van a dos o tres clases durante todo el semestre y en esas ocasiones llegan tarde o se van temprano. Siempre están hablando por celular y su instrucción se resume a decirte: "échale ganas como yo, no te des por vencido, y serás exitoso".

Saludos teachers, y felicidades!

5 comentarios:

AlexDLR dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
AlexDLR dijo...

Generalmente son mayoria los profesores que recuerdas por defectos al transmitir conocimientos que por sus virtudes en general...A ti no te llego a dar clases el pimpollo... Todo un personaje!, no recuerdo su nombre.. maestro de español en la Margarita... gracias a el conocimos cultura y costumbres de otros paises y tambien de mexico, pero de gramatica, ortografia y sintaxis... nada!... las clases eran solo acerca de sus multiples viajes y vivencias. Como clasificarias al pimpollo?.

Anónimo dijo...

BUENOOOOO Aki esta la maestra revoltosa haciendo acto de presencia.Esta la cual cuando entras al salon no sabes cuales son los estudiantes y el ke enseña..jajaja.Ke la encuentras sino tirada en el piso jugando con el salon echa un desorden pero a todos sus chikos con sonrisa en cara..bailando con uno de sus chikitos y solo la sacas por la estatura y las canas..Gracias por la felicitacion!! Besitos.

Mafalda
Mafalda

laurita dijo...

El pimpollo no me dio pero recuerdo que le desatornillaron la silla para que se callera... estuvo muy feo eso, jeje.
Mafalda no sabía que fueras profe, muchas felicidades!!

Anónimo dijo...

Perdona sae...no soy nada menos ke la "MICHI-E MUCHIKA" de mis chikitines.Tu sabes...para ke entiendas mejor ,esta maestringuita ke entra con su guitarra a los salones los pone a brincar y tokar intrumentos ritmicos y poko les falta para todos parecer monos de un zoologico..si no nos comprenden ke estamos aprendiendo TODOS a nuestro modo.jajajajaja.
Besitos

Mafalda