jueves, 11 de enero de 2007

la plaza

Nos encontramos vencidos en esta plaza, donde han muerto ya tantos poetas. Un aire desganado nos roba las palabras. Nos miramos sin futuro, sin recuerdos, sin historia.

No atisbamos el miedo ni escuchamos la fallecida espera. Solos ahí, nos encontramos después de la batalla: innecesaria, desgastante y perdida de antemano. Tanto tiempo ya, tantas ganas y amor desperdiciados… tanto jugar a vivirnos en la muerte.

Llegamos a esta plaza moribundos, nos vemos más allá y acá, nos tocamos cual si hubiera eternidad, farsas vidas felices y soleadas.

Pero en la caída al suelo, sobre las reales tumbas, no quedan ya alientos de deseo ni reclamos. La historia se esfuma en nuestras caras, se burla y despelleja cualquier rastro de esperanza, y contempla nuestras sombras en fragmentos.

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